Cómo hacer un Buen Proyecto de Tesis con Metodología Cualitativa
Miguel Martínez Miguélez.
En estas
páginas se expone el esquema y las líneas generales para realizar un proyecto
de tesis, cuando se desarrolla siguiendo la orientación de la metodología
cualitativa, entendida en sentido estricto. Se supone que el tesista ya
sabe sobre qué área concreta trabajar, pero no conoce bien cómo
hacerlo.
La opción
de la metodología cualitativa implica también el hecho de que se ha considerado
como la más apropiada para el estudio del fenómeno en cuestión. Esto, a
su vez, como veremos, se fundamenta en una opción previa epistemológica
(teoría del conocimiento) y ontológica (teoría sobre la naturaleza de la
realidad).
Una idea
general, que nunca se debe olvidar, es que quien escribe algo lo hace para
alguien (el destinatario), al cual hay que tener siempre presente. En este
caso, es el evaluador del proyecto o de la tesis. Estas personas tienen su
visión de las cosas y nuestro diálogo es con ellas.
Las ideas que
se exponen a continuación constituyen un esquema estándar; por
consiguiente, no será el mejor para todo tipo de investigaciones cualitativas,
especialmente si son atípicas en alguno de sus aspectos. El mejor traje será
siempre el que se hace a la medida; por esto, el tesista deberá
introducir los cambios requeridos por su investigación.
Un buen
proyecto no debiera exceder las 20 ó 30 páginas. Cuando se escriben 60 u 80, es
porque se desarrolla el "marco teórico" u otras partes que son
ya propias de la tesis en sí. Esto aleja y distrae la atención del evaluador de
su tarea específica.
A
continuación, se exponen las partes fundamentales de un buen proyecto,
el orden en que preferiblemente pudieran ir y las ideas centrales de
cada parte, quedando siempre en pie el hecho de que hay muchas formas
buenas de hacer las cosas; todo depende de cómo se entrelazan
sus elementos.
1. Resumen
Un resumen
inicial del proyecto es importante y debe dar al lector-evaluador una idea
general del fenómeno que se va a estudiar, señalando su problemática, la
urgencia y relevancia para una determinada comunidad (nacional, regional,
institucional, etc.), los objetivos que se espera alcanzar, el enfoque y la
metodología que se van a emplear y otros elementos que se consideren
importantes. Este resumen no debiera exceder de una página, ya que es
suficiente para cumplir su misión.
2. Introducción
El fin
principal de la introducción es "introducir" al lector-evaluador en la
problemática que se desea investigar. Para ello, es necesario hacer una descripción
de los rasgos fundamentales que configuran dicha realidad (el fenómeno en su
contexto) y la necesidad de estudiar un sector descuidado o no atendido
suficientemente hasta el momento o, también, un tema ya estudiado pero no en
nuestro medio o con enfoque o metodología diferentes. La calidad de esta
descripción es muy importante, ya que determinará el enfoque
epistemológico y metodológico que se empleará para abordarla, los objetivos a
lograr, la relevancia de la investigación y su posible originalidad. Su
amplitud podría ser de 2 ó 3 páginas.
3. Marco
teórico-referencial
Esta parte
tiene por finalidad exponer lo que se ha hecho hasta el momento para esclarecer
el fenómeno que nos ocupa. Debe referir las principales investigaciones sobre
el área o áreas cercanas: autores, enfoques y métodos empleados, conclusiones e
interpretaciones teóricas a que llegaron y otros elementos de importancia. En
las ciencias humanas, es necesario dar mayor énfasis a lo más cercano (lo
regional, lo nacional, lo latinoamericano), ya que comparte más nuestra cultura
e idiosincrasia. Lo extranjero, especialmente si es anglosajón, podría
distorsionar la comprensión de nuestra realidad. En cualquier caso, este
"marco" es sólo "teórico-referencial", es decir, fuente
de información y nunca modelo teórico en el cual ubicar nuestra
investigación. Servirá para contrastar, después, nuestras conclusiones
con las de esos autores y, así, entenderlas mejor, pero nunca para forzar e
imponer una interpretación.
De todos
modos, esto no indica que no se pueda hacer una investigación partiendo ya de
una teoría sólida (por ej. el psicoanálisis u otra) y aceptándola,
inicialmente, como auténtico marco teórico. El inconveniente de esto es que nos
impone ya desde el principio todo un mundo teórico, conceptual e interpretativo
que pudiera no ser el más adecuado para entender la realidad que estamos
estudiando. Y su falta de lógica está en el hecho de que da en gran parte por
resuelto lo que todavía no se ha estudiado.
Por esto,
muchos marcos teóricos son constreñidores, ya que instalan lo nuevo en moldes
viejos, imposibilitando la emergencia de lo novedoso, de lo original, de la
innovación.
Esta parte
pudiera extenderse por espacio de 5 ó 6 páginas.
4. Objetivos de la
Investigación
Solución
de un Problema. La orientación
metodológica cualitativa no suele partir del planteamiento de un problema
específico, sino de un área problemática más amplia en la cual puede
haber muchos problemas entrelazados que no se vislumbrarán hasta que no haya
sido suficientemente avanzada la investigación. Por esto, en general, el partir
de un problema, cierra el posible horizonte que tienen las realidades
complejas, como son todas las realidades humanas. Esto, de ninguna manera
quiere decir que, en un caso específico, no sea útil o conveniente partir de un
problema concreto, si eso es particularmente lo que se desea investigar.
Verificación
de una Hipótesis. Tampoco se
formula una hipótesis a verificar, ya que se está abierto a todas
las hipótesis plausibles y se espera que la mejor emerja del estudio de
los datos y se imponga por su fuerza convincente. Es muy difícil que el
investigador tenga la mejor hipótesis a la vista: si fuera así, no haría falta
hacer la investigación. Por ello, es necesaria una gran apertura hacia todas
las hipótesis que se vayan revelando consistentes. Las hipótesis se consideran,
más bien, provisionales y se van modificando durante el proceso, para no
estrechar nuestra visión y perspectiva de la realidad. En general, no estamos
tan interesados en verificar una determinada hipótesis cuanto en que la mejor
se revele claramente. Pero también aquí, puede ser que un investigador esté
interesado en "verificar" una hipótesis específica, en cuyo caso es
lógico que parta de ella.
Logro de
unos objetivos. Sin embargo, sí
se fijan unos objetivos a lograr: algunos son más bien generales y otros
específicos, pero todos deben ser relevantes para las personas
interesadas en la investigación. A veces, es preferible fijar sólo los
objetivos generales, y determinar los específicos durante la marcha, para no
buscar metas que quizá resulten triviales. Estos objetivos determinarán, en
parte, las estrategias y procedimientos metodológicos. No obstante, tampoco los
objetivos serán intocables. También aquí se sigue el famoso principio de "Los
tres príncipes de Serendip": "si estás buscando una cosa buena y
encuentras otra mejor, deja la primera por la segunda".
5. Metodología
Como la
metodología es, por definición, el camino a seguir para alcanzar conocimientos
seguros y confiables y, en el caso de que éstos sean demostrables, también
ciencia, la elección de una determinada metodología implica la aceptación de un
concepto de "conocimiento" y de "ciencia", es decir, una opción
epistemológica (teoría del conocimiento) previa; pero esta opción va
acompañada, a su vez, por otra opción, la opción ontológica (teoría
sobre la naturaleza de la realidad). Lamentablemente, muchos académicos no
toman suficiente conciencia de esto, y ello conlleva una serie de consecuencias
desorientadoras.
La
metodología cualitativa está muy consciente de estas dos opciones. Por ello, no
debiera omitirse una breve referencia a las mismas exponiendo la idea central
de cada una (ver "La Investigación Cualitativa Etnográfica",
cap.I-II). Se puede hacer en un pequeño sector aparte de 2 ó 3 páginas, con el
nombre de marco epistemológico.
5.1 Marco
Epistemológico
La teoría del
conocimiento o filosofía de la ciencia en que se apoya la metodología
cualitativa, rechaza el "modelo especular" (positivista), que
considera al sujeto conocedor como un espejo y esencialmente pasivo, al estilo
de una cámara fotográfica. Acepta, en cambio, el "modelo dialéctico",
considerando que el conocimiento es el resultado de una dialéctica entre el
sujeto (sus intereses, valores, creencias, etc.) y el objeto de estudio. No
existirían, por consiguiente, conocimientos estrictamente
"objetivos".
El objeto, a
su vez, especialmente en el área de las ciencias humanas, es visto y evaluado
(opción o supuesto ontológico) por el alto nivel de complejidad
estructural o sistémica, producida por el conjunto de variables
bio-psico-sociales que lo constituyen. En general, se considera que toda
realidad, desde el átomo hasta la galaxia, está configurada por sistemas de muy
alto nivel de complejidad, donde cada parte interactúa con todas las demás y
con "el todo".
Estas dos
ideas conceptualizadoras (lo dialéctico y lo sistémico) cambiarán la mayoría de
los conceptos metodológicos que se apliquen. El enfoque cualitativo de
investigación es, por su propia naturaleza, dialéctico y sistémico.
Estos dos presupuestos, epistemológico y ontológico, conviene
hacerlos explícitos, en todo proyecto o desarrollo de investigación, para
evitar malentendidos en los evaluadores de los mismos. En efecto, la mayoría de
los evaluadores de proyectos o investigaciones cualitativos, suelen hacerlo
desde el marco epistemológico del "modelo especular"
(científico-positivista), razón por la cual la evaluación falla por la base.
5.2 El Método
El método
cualitativo específico que se vaya a emplear depende de la naturaleza
de la estructura a estudiar. La metodología cualitativo-sistémica
dispone de una serie de métodos, cada uno de los cuales es más sensible y
adecuado que otro para la investigación de una determinada realidad. A
continuación, ilustramos la idea central que los caracteriza y diferencia.
El Método
Hermenéutico-Dialéctico. En
sentido amplio, éste es el método que usa, consciente o inconscientemente, todo
investigador y en todo momento, ya que la mente humana es, por su propia
naturaleza, interpretativa, es decir, hermenéutica: trata de observar algo y
buscarle significado. En sentido estricto, se aconseja utilizar las reglas y
procedimientos de este método cuando la información recogida (los datos)
necesiten una continua hermenéutica, como sería el caso, por ejemplo, del estudio
del crimen organizado, de sujetos paranoicos, etc., donde la información que se
nos da puede tratar expresamente de desorientar o engañar. Sin embargo, este
método tiene un área de aplicación mucho más amplia: es adecuado y aconsejable
siempre que los datos o las partes de un todo se presten a diferentes
interpretaciones.
El Método Fenomenológico. Este método es el
más indicado cuando no hay razones para dudar de la bondad de la información y
el investigador no ha vivido ni le es nada fácil formarse ideas y conceptos
adecuados sobre el fenómeno que estudia por estar muy alejado de su propia
vida, como, por ejemplo, el mundo axiológico de los drogadictos, las vivencias
de las personas atracadas que estuvieron a punto de morir, la ruptura de una
relación amorosa cuando no se ha vivido, una experiencia cumbre (Maslow), etc.
El Método Etnográfico. Es el de mayor
preferencia para entrar a conocer un grupo étnico, racial, de ghetto o
institucional (tribu, raza, nación, región, cárcel, hospital, empresa, escuela,
y hasta un aula escolar, etc.) que forman un todo muy sui géneris y
donde los conceptos de las realidades que se estudian adquieren significados
especiales: las reglas, normas, modos de vida y sanciones son muy propias del
grupo como tal. Por esto, esos grupos piden ser vistos y estudiados
holísticamente, ya que cada cosa se relaciona con todas las demás y adquiere su
significado por esa relación. De ahí que la explicación exige también esa
visión global.
El Método
de Investigación-Acción. Es el
único indicado cuando el investigador no sólo quiere conocer una determinada
realidad o un problema específico de un grupo, sino que desea también resolverlo.
En este caso, los sujetos investigados participan como coinvestigadores en
todas las fases del proceso: planteamiento del problema, recolección de la
información, interpretación de la misma, planeación y ejecución de la acción
concreta para la solución del problema, evaluación posterior sobre lo
realizado, etc. El fin principal de estas investigaciones no es algo exógeno a
las mismas, sino que está orientado hacia la concientización, desarrollo y
emancipación de los grupos estudiados.
El Método de Historias de Vida. Se aconseja
este método para los estudios longitudinales de ciertos grupos sociales, donde
la visión diacrónica de la realidad constituye una gestalt en el tiempo que no
se puede fraccionar sin perder las relaciones esenciales que la configuran como
tal. Se concentra en una familia, y a veces en una sola persona, estudiada a lo
largo de un amplio período de sus vidas. El ejemplo más clásico de la misma lo
tenemos en Los Hijos de Sánchez, de Oscar Lewis, obra que revolucionó
los métodos de investigación sociológica y dio aportes como ninguna antes había
hecho.
Una
ilustración amplia y pormenorizada de los supuestos epistemológicos,
estrategias, técnicas e instrumentos de cada uno de estos métodos puede verse
en Martínez M.: Comportamiento Humano: nuevos métodos de investigación,
2ª edic. (1996) y en La Investigación Cualitativa Etnográfica, 2ª edic.
(1994).
Es también de
máxima importancia que se haga énfasis en la naturaleza específica de cada uno
de los tópicos que señalamos a continuación.
Recolección
de la información: Los instrumentos,
al igual que los procedimientos y estrategias a utilizar, los dicta el método
escogido, aunque, básicamente, se centran alrededor de la entrevista
semi-estructurada y la observación directa. Hay que describir los que se
vayan a utilizar y justificarlos. Sin embargo, la metodología cualitativa
entiende el método y todo el arsenal de medios instrumentales como algo flexible,
que se utiliza mientras resulta efectivo, pero que se cambia de acuerdo al
dictamen, imprevisto, de la marcha de la investigación y de las circunstancias.
La
Muestra: Cada uno de los métodos
señalados tiene su forma propia de entender la muestra que nos ofrecerá la
información necesaria para realizar la investigación. Pero, en general, la opción
ontológica asumida por todos ellos (que es estructural-sistémica) nos exige
una muestra que no podrá estar constituida por elementos aleatorios descontextualizados
(como es, la mayoría de las veces, la información recogida a través de
cuestionarios preconcebidos), sino por "un todo" sistémico con vida
propia, como es una persona, una institución, una etnia o grupo social, etc.
Por ello, se impone la profundidad sobre la extensión y la muestra se
reduce en su amplitud numérica, y se explicitan los criterios conceptuales para
su escogencia, según su relevancia para los objetivos de la investigación. Sin
embargo, conviene escogerla de forma que estén representadas de la mejor manera
posible las variables de sexo, edad, nivel socioeconómico, profesión, etc.,
según el caso, ya que su información puede ser diferente y hasta contrastante.
Las
Categorías. No hay categorías
preconcebidas, previas a la investigación. Si el investigador las tiene en su
mente, es porque las ha tomado de otras investigaciones, de otras
muestras, realizadas por otros investigadores en otros lugares.
Las verdaderas categorías que conceptualizarán nuestra realidad deben
emerger del estudio de la información que se recoja, al hacer el proceso de
"categorización". No obstante, se podría partir de un grupo de
categorías preestablecidas, con tal de que se utilicen con mucha cautela y como
algo provisional hasta que no se confirmen, y no se deje uno llevar por la
tendencia (cosa muy fácil y natural) de rotular la nueva realidad con viejos
nombres.
Las
Variables. Tampoco hay variables
(ni dimensiones) preconcebidas, ya sea que se consideren independientes o
dependientes, pues provendrían, igualmente, del estudio de realidades exógenas
a la nuestra. Las verdaderas variables de nuestra realidad emergerán
también cuando, después de la categorización, iniciemos el proceso de teorización,
es decir, cuando se analicen-relacionen-comparen-y-contrasten las categorías.
La
Categorización y la Teorización. Estos
dos procesos constituyen la esencia de la labor investigativa. Una buena
investigación no puede quedar al nivel empírico, pues no sería investigación
propiamente dicha; "la ciencia consiste en crear teorías", solía
decir Einstein. El fin de la teorización (y de la categorización que le
precede) es lograr estructurar una imagen representativa, un patrón coherente y
lógico, un modelo teórico o una auténtica teoría o configuración del
fenómeno estudiado, que le dé sentido a todas sus partes y componentes. También
aquí, hoy día, están disponibles más de una docena de programas de computación
que facilitan la parte técnica de ambos procesos: programas que manipulan,
ordenan, organizan y hasta tratan de interpretar y teorizar con los datos
cualitativos (ver Martínez M., 1994a, p.77).
Los
Resultados (Informe Final). Los
resultados de una investigación cualitativa se exponen en lo que se llama el
"Informe Final". Este informe no se limita a exponer unos resultados
aislados de la investigación como tal, sino que también ilustra el proceso por
medio del cual se llegó a las estructuras particulares de los casos
estudiados y a la estructura general, o estructuras generales, que los
integran.
6. Cronograma de
actividades y costos
Este breve
sector ayuda a poner los pies en tierra. Algunas personas siempre los tienen,
pero hay otras para las cuales este punto puede jugar un papel determinante en
todo el proceso de su trabajo y le puede evitar momentos desagradables y hasta
traumáticos. Por ello, no conviene omitirlo.
7. Bibliografía
La
bibliografía debe ser suficiente y actualizada para demostrar que se
exploró el área respectiva en forma adecuada. En el estudio de las realidades
humanas, deben figurar, sobre todo, los autores que han estudiado nuestra
realidad, aunque no tengan la autoridad o renombre de los extranjeros que
estudiaron su realidad. Esto es debido al hecho, ya señalado, que las
realidades humanas están constituidas por un entramado tan complejo de
relaciones y variables, que configuran entidades singulares y únicas y, por lo
tanto, las conclusiones de otras investigaciones lejanas no son transpolables a
nuestro medio.
Como conclusión
general, podríamos dar la siguiente idea: hay muchas formas de hacer las
cosas bien. Para lograr una de ellas, es necesario que el investigador,
especialmente si es muy joven, no se sienta presionado en una determinada
dirección que le impida usar su mejor dotación y la riqueza que lleva dentro de
sí. El mismo Bridgman –fundador del operacionalismo y Premio Nobel de
física– dice, paradójicamente, que "no existe un método científico como tal
(...); el rasgo distintivo más fértil de proceder del científico ha sido el
utilizar su mente de la mejor forma posible y sin freno alguno".
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